No se conforma con la gloria que le dan 200 años de historia y el lugar que ocupa en el proceso de la independencia argentina y de la identidad tucumana. La antigua parroquia La Victoria, denominada así en honor a la Batalla de Tucumán de 1812 -hoy basílica de Nuestra Señora de La Merced-, sigue ejerciendo con humildad su tarea evangelizadora a través de misiones "puerta a puerta" y de la difusión de su historia, tan ligada a la de Tucumán.
"Hacemos una evangelización especial: visitamos las empresas, los comercios y las oficinas públicas y privadas para despertar la fe y la confianza en el Señor, a través de la imagen de la Virgen. Tratamos de transmitir que la Madre no nos deja solos. Todo lo hacemos en escasos minutos porque sabemos que la gente está trabajando. Se hace apenas una oración o una lectura del Evangelio y se les deja una estampa de la Virgen a cada uno. Y realmente es emocionante ver cómo todos se unen en la oración, en un plano de igualdad, desde los jefes hasta el último ordenanza. Todos quedan muy agradecidos", cuenta emocionado el padre Carlos Sánchez, párroco del templo desde enero de 2011.
La tarea de evangelización se complementa con un programa de visitas guiadas para las escuelas. "El año pasado 12.100 chicos visitaron el templo y escucharon la historia de La Merced y su participación en la Batalla de Tucumán gracias a la invocación del general Manuel Belgrano", explica el sacerdote. Lo acompañan en la misión pastoral el padre Matías García, consagrado hace un año, y el siempre recordado monseñor Liborio Luis Randisi, párroco emérito.
Los padres Sánchez y García recorren la jurisdicción parroquial, que tiene 35 manzanas, con muchos edificios (especialmente al oeste) y residencias (al este), pero sobre todo muchas oficinas y negocios. "Nos caracterizamos por tener fieles itinerantes, que viven en otro lado pero trabajan o pasan muchas horas en la jurisdicción parroquial", detalla. Los horarios están adecuados a sus necesidades. Hay misas a las 7.15 todos los días, para los que entran a las 8, además de las de las 18.30 y 20 de lunes a viernes. También hay misas los sábados (8, 18.30 y 20), domingos (8, 11, 18.30 y 20) y feriados (8, 18.30 y 20). En La Merced conviven armónicamente la tradición y la actualidad. Así como todavía funciona la antigua cofradía de La Merced y del Señor de la Salud (segunda devoción del templo), los grupos juveniles la oxigenan todos los días.